miércoles, 25 de febrero de 2009

"Ninguna empresa puede dormirse y seguir haciendo lo mismo año tras año"

El presidente de Microsoft afirma haber perdido el interés en la compra de Yahoo, y avisa de que "cuando se normalice la economía, quien haya invertido en I+D recogerá los frutos"

Esos vídeos jocosos que circulan en YouTube han difundido una imagen de Steve Ballmer (Detroit, 1956) que no se percibe a un metro de distancia. El entrevistado de hoy resulta ser un tipo cerebral y convincente, tan extrovertido y enérgico como un entrenador (lo fue en su juventud). La periodista Mary Jo Foley ha escrito que el papel de Ballmer al frente de la empresa que ella llama Microsoft 2.0 no es otro que el de árbitro entre las corrientes que durante años han convivido al amparo del aura indiscutida de Bill Gates, el fundador. Los dos estudiaron en Harvard, pero mientras Bill abandonaba los estudios para crear una pyme que devendría gigante, Steve prefirió completar la carrera de Matemáticas y, tres años después, acudió al llamado de su amigo.
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PALABRAS CLAVE

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En junio pasado, cuando tomó las riendas de Microsoft, el entrenador Ballmer movió el banquillo, dispuesto a jugar un partido difícil, remontar la crisis que por entonces se anunciaba. El mercado se contrajo, y la compañía tiene hoy muchos y poderosos competidores: en el segundo semestre del 2008, sus ingresos aumentaron el 5,2%, pero los beneficios cayeron un 5%.

Entre nosotros, el personaje es bien conocido por su nombre y su posición, pero raramente por sus palabras: sólo ha concedido dos entrevistas, hace bastante tiempo, a la prensa española. Steve Ballmer visitó Barcelona la semana pasada con dos propósitos: presentar Windows Mobile 6.5 y otras novedades en el Mobile World Congress y rubricar junto al president Montilla un acuerdo con la Generalitat para desarrollar en Catalunya proyectos de innovación educativa. Tras la ceremonia, atendió a La Vanguardia en una sala del Palau.

Hace unos minutos, ha firmado un acuerdo de colaboración en proyectos educativos con la Generalitat de Catalunya. ¿Cómo lo valora? ¿Es una experiencia extensible?

Lo que hemos firmado con el presidente Montilla es el inicio de un ensayo muy importante, no sólo para Catalunya sino también para Microsoft, y por supuesto nos gustaría que pudiera extenderse y reproducirse. El reto no carece de complejidad, pero hay que afrontarlo, porque la educación es lo más valioso para el desarrollo de una sociedad y porque las tecnologías de la información (TI) son un instrumento para mejorar la calidad de la educación. Apreciamos sinceramente el entusiasmo que pone la Generalitat en esta iniciativa.

Pero la educación no es un área de negocio importante para Microsoft. ¿Debería serlo?

Es verdad que no es una de nuestras primeras fuentes de ingresos, pero esto no significa que no sea importante para Microsoft desde el punto de vista económico. Tomemos como ejemplo este proyecto en Catalunya: la clave de nuestro interés no es el negocio, sino lo que aprenderemos al trabajar al lado de los educadores. A ellos y a nosotros nos servirá para desarrollar herramientas que serán útiles para la formación de los jóvenes que en el futuro van a trabajar con ese bien precioso que es la información.

La demanda de productos y servicios de TI ha caído en todo el mundo, tanto en las empresas como entre los consumidores, en todos los segmentos. ¿Cuál es su previsión a medio y largo plazo?

Desde mi perspectiva, veo dos partes diferentes en esta cuestión. Una es la relación entre economía y tecnología: ha habido un exceso de endeudamiento, que nos ha conducido a la situación actual, que se caracteriza por un parón brusco, lo que significa que hemos de pasar una fase de achicamiento general, hasta que se recupere un crecimiento más sano, que creemos ha de basarse en la innovación. Por otra parte, la tecnología seguirá avanzando, no se va a detener por la crisis. En algún momento, las dos curvas van a confluir.

¿Cómo imagina el día siguiente, la salida de la crisis?

Cuando la economía se normalice y vuelva a crecer, las empresas que hayan seguido invirtiendo en I+ D empezarán a recoger los frutos de su esfuerzo. Quiero insistir en lo que he dicho: la innovación no se detiene, pero es evidente que nuestros clientes son más cautos a la hora de invertir: no nos compran tanto como nos gustaría, pero esto también cambiará.

Microsoft ha establecido un nuevo mecanismo de financiación para sostener el gasto en tecnologías de la información de las empresas. ¿Cómo está siendo aceptado?

Dadas las circunstancias, los clientes han recortado los recursos que destinan a la tecnología y esto se refleja en nuestros ingresos, pero será temporal.

Pero ¿están usando las facilidades que ofrece Microsoft para seguir invirtiendo?

Por el momento, vemos un efecto limitado. Hace falta que cambien otras cosas, no sólo la financiación.

¿Qué opinión tiene de las medidas de estímulo económico del presidente Obama? ¿Espera efectos positivos para el sector tecnológico?

Para la industria de las tecnologías de la información, el principal estímulo vendrá de los programas de modernización de la sanidad. Pero en una perspectiva más amplia, la economía de Estados Unidos necesita estímulos que ayuden a mucha gente que sufre la crisis, esta es mi opinión. Si las cosas se hacen bien, la economía volverá a despegar, pero no creo que los estímulos basten para resolver todos los problemas. Tampoco lo cree la Administración, que ha sido muy sincera al respecto.

Cuando escampe la crisis, ¿qué paisaje veremos del sector?, ¿se fragmentará o se consolidará? ¿Prevé un auge de adquisiciones?

Probablemente, un poco de todo. Si me pregunta por competidores como Oracle, Apple, Google y otros, le respondo que ninguno va a desaparecer: son muy fuertes, y mañana tendremos que competir con ellos como lo hacemos hoy. No veo grandes cambios en esta dinámica competitiva. No obstante, su pregunta sugiere que podría acelerarse una consolidación de empresas más débiles; es probable.

Estará aburrido de la pregunta, pero es inevitable hacerla: ¿está abierto a negociar con la nueva dirección de Yahoo? Y si así fuera, ¿para qué?

Lo he dicho muchas veces, pero nunca aquí, de modo que lo diré una vez más: hemos perdido todo interés en la compra de Yahoo. Lo que hace un año tenía sentido hoy no lo tiene. También he dicho, y lo mantengo, que para Microsoft sería una oportunidad todo lo que le permita aumentar el alcance de su plataforma de búsqueda en internet mediante alguna fórmula de colaboración. Pero sobre este aspecto no tengo nada que anunciar.

Está a punto de llegar Windows 7, mientras XP sigue siendo el sistema operativo dominante y Vista es todavía demasiado joven. ¿Cómo piensa manejar esta transición?

En su pregunta hay un error: Vista es el sistema operativo más popular que vendemos ahora.

No lo pongo en duda, sólo he dicho que es joven.

En efecto, es joven, y muy vigoroso. Si en lugar de contar el parque de ordenadores instalados en todo el mundo nos fijamos en los vendidos en los últimos tres años, vemos que hay muchos más equipados con Vista que con cualquier otro sistema operativo. ¿Cómo vamos a gestionar la llegada de un nuevo producto? Hemos empezado por distribuir una versión beta 7 para conocer de la manera más directa la reacción de los usuarios ante lo que les ofrece el nuevo sistema operativo: estabilidad, velocidad y rendimiento. Los resultados han sido buenos y podemos pensar que Windows 7 tendrá un ritmo de adopción muy rápido.

Hay quien discute acerca de si Windows 7 debería presentarse como una actualización de Vista y no como un sistema operativo nuevo.

Desconozco esa discusión, pero no tiene sentido. Simplemente, consideramos que Windows 7 será el sucesor.

A propósito de sucesiones, hace tiempo publicamos en ´La Vanguardia´ un artículo titulado "La perestroika de Steve Ballmer…" en el que se comentaban los cambios en la cúpula de Microsoft desde que usted sustituyó a Bill Gates. ¿Qué razones inspiran la nueva estructura de dirección?

Como sabe, la estructura corporativa de Microsoft comprende cinco divisiones operativas, que corresponden a cinco áreas de negocio. Para entender cómo se dirige esta compañía hay que recordar que continuamente estamos construyendo puentes, tejiendo una trama de alianzas y colaboraciones con innumerables empresas en todo el mundo. Dedico gran parte de mi tiempo a transmitir la idea de que somos una empresa abierta.

Preguntaba por las bajas, algunas muy significativas, en la alta dirección de la compañía.

Son las normales. Algunos directivos se retiraron por razones de edad, otros porque se les presentaron nuevas oportunidades profesionales. Lo verdaderamente importante es que Microsoft cuenta con el mejor equipo directivo que uno pueda encontrar en toda la industria.

¿Cómo está la moral interna, tras los 5.000 despidos anunciados hace poco?

Muy alta, realmente muy alta. Incluso las personas que no seguirán trabajando con nosotros reconocen que la situación económica obligaba a redimensionar la plantilla. Y el resto del personal está contento de tener una buena paga en estos tiempos difíciles.

¿En qué se diferencia la Microsoft de Steve de la Microsoft de Bill?

Tengo dos respuestas que darle. Una: Microsoft 2008 es distinta de Microsoft 2006. Dos: no es en absoluto una cuestión de personas. Con independencia de quién sea el consejero delegado, el entorno de esta industria cambia tanto y tan rápido que nada podría ser igual.

Bien, ¿cómo será Microsoft 2018, el año en que usted ha fijado su retiro?

Sólo puedo decir lo que no cambiará: Microsoft seguirá siendo el líder de esta industria.

Microsoft es líder en el núcleo histórico de su negocio, pero con los años se ha expandido a tantas áreas que uno puede preguntarse si no está jugando en demasiados tableros a la vez. ¿Qué opina?

No lo veo así. Ninguna empresa puede dormirse y seguir haciendo lo mismo año tras año. Todas están obligadas a intentar cosas nuevas, y Microsoft no sólo debe sino que puede hacerlo. Si no lo hiciera, sería menos relevante. Mire hacia atrás, ¿qué ha sido de aquella compañía llamada Digital Equipment? ¿Le suena?

Tengo edad para recordarla.

Otro ejemplo, pero positivo, es IBM, que ha sabido transformarse en lugar de encerrarse. No es bueno empeñarse durante veinte años en una línea, sin explorar nuevos negocios. Si Microsoft no hubiera ido más allá de sus sistemas operativos, si no hubiera creado nuevas aplicaciones, nuevo software para empresas, si no hubiera entrado en el consumo, el entretenimiento, la telefonía móvil o internet, hoy no sería lo que es; sería mucho menos importante, y menos interesante. Esto no quiere decir que el éxito esté asegurado en todo lo que emprendemos, pero cada vez que lo intentamos ganamos vitalidad.

En esas nuevas áreas a las que alude, como la música o la publicidad on line, entre otras, los líderes son otros y sus modelos de negocio son distintos del de Microsoft.

Estoy de acuerdo en una cosa: estamos en medio de una batalla de modelos de negocio. Pero no estoy de acuerdo en que Microsoft sigue un modelo único: en realidad, tenemos varios. Mire el caso de la publicidad en internet: ya sé que somos el tercero del ranking, pero somos el tercero entre los fuertes, y queremos ser más fuertes. En este negocio concreto, Google y Yahoo tienen más músculo que Microsoft, pero también nosotros estamos haciendo músculo, y nos quedan muchas reservas de energía.

Fuente: http://www.lavanguardia.es/economia/noticias/20090222/53646142715/ninguna-empresa-puede-dormirse-y-seguir-haciendo-lo-mismo-ano-tras-ano.html

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