DISMINUYA LOS COSTOS DE SU EMPRESA HASTA 30%
Hace cinco años Luz Elena Martínez decidió tomar clases de repostería para emprender un negocio propio. Lo que comenzó como una empresa que sólo horneaba galletas y pasteles sobre pedido, se convirtió en una pastelería gourmet con planes de expansión nacional.
¿Cómo lo hizo? Realizó cambios sustantivos a su proceso de producción. Primero modificó las batidoras manuales por unas industriales, después sustituyó el horno de estufa por uno profesional. Con esto “no sólo aumentó la productividad, también disminuyó el consumo de gas considerablemente”, afirma la emprendedora.
Las estadísticas son contundentes. De acuerdo con Select, consultora en mercados de Tecnologías de Información (TI), una empresa que invierte en tecnología incrementa 2% su productividad, si adopta mejores prácticas registra un aumento de 10% y cuando combina ambas amplía sus operaciones hasta en 20 por ciento.
Los especialistas afirman que uno de los primeros pasos para impulsar la productividad de un negocio es la incorporación de software a las operaciones administrativas, sobre todo las enfocadas a la contabilidad así como registro de gastos y costos.
Sin embargo, la inversión en tecnología también se refiere a la adopción de maquinaria nueva y eficiente para la producción.
De acuerdo con analistas de Select, el costo es variable, pero a largo plazo la cifra es inferior comparada con los resultados obtenidos.
HÁGALO AHORA
Emprender buenas prácticas en su negocio no es imposible. Carlos Sandoval, presidente del Consejo Nacional de Industriales Ecologistas de México (CONIECO), indica que estas acciones contemplan desde sustituir los focos incandescentes por ahorradores, hasta el mantenimiento oportuno de maquinaria para evitar un gasto excesivo de energía o generación masiva de contaminantes.
“Otras acciones que las empresas pueden emprender sin importar su giro o tamaño es la reducción de desperdicios a través de un proceso de separación adecuada que permita el reciclaje”.
Un taller mecánico, por ejemplo, puede depositar el aceite de autos usados en un recipiente para venderlo en lugar de tirarlo. De acuerdo con Sandoval, de esta forma “no sólo se puede obtener un beneficio económico, también se deja de contaminar el ambiente”.
En el caso de los negocios agrupados dentro del sector de alimentos y bebidas, éstos pueden generar compostas con sus desechos naturales.
Para las empresas productoras, la alternativa es controlar el mantenimiento de sus máquinas para evitar desperdicios de energía.
“Este tipo de acciones no sólo permite que los negocios se ahorren costos, también los hace más competitivos.”
Según cifras de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), las empresas que incorporan a sus esquemas de negocios, este tipo de buenas prácticas tienen ahorros de hasta 30% en costos de producción.
Fuente: Eleconomista.com.mx
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